Sobre la cama.
Reflexiones sobre la cama, de espaldas, sentado o inclinado y con una almohada debajo del brazo, la vida se puede reflexionar y después de eso dormir pensando en cómo reflexionar al despertar.
Toda una novela se puede hacer alrededor de una cama. Las sábanas empezarían a contar la historia tal vez de una complicidad de un asesinato, a través de la historia desde la cama se han derrumbado naciones, también se dan lugar los sueños más fabulosos. No importa si es una cama real o una de esas improvisadas que utilizan los vagabundos, las acciones de descansar, dormir y soñar se vienen a dar de forma similar. Una noche fría con cama puede ser bendición.
Sobre la mesa.
Lugar donde se reúnen dos o más personas para tomar el café, comer o simplemente a generar soluciones a conflictos. Uno solo bastaría para iniciar un rumbo, decidir el futuro. Cuando son dos o mas seres alrededor, entonces se abre la gama de temas y posibilidades. Se puede hablar de cine o noticias y en el peor de los casos, el chisme tan indispensable. Se pueden reflexionar asuntos de interés amoroso que bien es cierto en muchas ocasiones terminan en la cama.
Superficies tan pequeñas que son capaces de producir enorme tristeza cuando las miro vacías.
Aprender de las reflexiones.
En estos tiempos de confinamiento he aprendido a ver lo que más importa es el amor y la protección de la vida de otros seres semejantes especialmente de los míos. He aprendido de la fragilidad que viene a darse en nuestra existencia. Somos tan vulnerables porque estamos expuestos a amenazas de salud pero también al miedo de campañas mal planeadas, irresponsables, políticas erróneas y me ha hecho desconfiar y analizar con madurez y criterio toda la información que me bombardea.
Esto debemos aprovecharlo para desarrollar la inmunidad requerida .
Rhafhaell 