
Paul Auster escribio su novela Tombuctu considerando el punto de vista de un perro, Mr. Bones era el personaje principal. Puedes consultar la reseña aqui. Amo a los animales y siempre me considero afortunado de contar con gratas experiencias al lado de ellos. Cuando nos mudamos a ciudad Juarez, había una gata que se encariñó con nosotros, le alimentabamos pero no vivía en nuestra casa. Se embarazó y en nuestro patio dio a luz. No recuerdo cuantos eran. Pasaron varios dias y las crias empezaron a juguetear. En una ocasión, estaba sentado en el sofá, leyendo. La gata se encaramó en mis piernas pero en su hocico llevaba uno de sus hijos. Lo depositó cerca de mis manos. Me quedé pensando y tratando de adivinar su proceder. Los acaricié y enseguida los bajé al piso. De nueva cuenta ella lo tomó en su hocico y lo llevó a mis piernas. ¿Tal vez un gesto de agradecimiento? No estaba enfermo, no tenía hambre, tal vez nunca lo llegue a saber.
Que interesante sería escribir esta escena o cualquier otra, desde el punto de vista del animal, como animal.