Savater, F. (2012). Los invitados de la princesa. Barcelona, España: Espasa., 329 pp.
Fernando Savater es un escritor destacado en el ensayo pero también escribe articulos periodisticos y novelas. Nació en San Sebastian el 21 de Junio de 1947. Es profesor de Filosofia. Ha publicado mas de 50 ensayos en temas literarios, filosoficos, politicos. Ganó el Premio Planeta en 2008 con La hermandad de la buena suerte y Premio Nacional de Ensayo 1982 con el ensayo La tarea del héroe. Con Los invitados de la Princesa, ganó el premio Primavera de novela 2012 donde estuvieron como miembros del jurado: Ana Maria Matute, Angel Basanta, Antonio Soler, Ramon Pernas y Ana Rosa Semprun.
Savater, en esta novela de ficción, cuenta la historia de lo sucedido en una semana dentro de la isla de Santa Clara. La presidenta de la isla, mejor conocida como La princesa, ha convocado a un Congreso Cultural donde estaban invitados escritores y artistas de lo mas destacado a nivel mundial, incluyendo a un Premio Nobel. Entre los invitados esta Xabi Mendia, periodista de la revista Mundo Vasco quien es el que se encargará de cubrir el evento. Sin embargo, el super festin cultural se ve afectado por la erupción del volcán Ireneo que esparce sus cenizas evitando que entren o salgan aviones de la isla. La princesa se quedaba afuera.
En un plazo de una semana, Xabi Mendia charla con algunos de los invitados y aprovecha la ocasión para escuchar las historias que cada uno de ellos tiene. Un escritor que tiene conflictos con las cabras, un jefe de policia cuenta de como resolvio la muerte de un coleccionista de huesos de dinosaurios, un conocedor de carreras de caballos, una madre preocupada por su hija y sus horas frente al Internet.
La narracion principal la realiza un narrador omnisciente en tercera persona y las historias en primera persona por parte del personaje. Hasta el mismo Xabi Mendia narra su propia historia cuando era un niño, “un niño de los que ya no hay” (p. 237), donde sus temores estaban en cada sombra de su habitación, en la oscuridad y que mitigaba con algunas lecturas nocturnas.
El festin de la cultura pasa sin pena y gloria, casi al tiempo que sucede lo mismo con la lectura, plana, con pocas acciones en la isla, tal vez porque todo mundo ya quería salir de ahí. El tema de la soledad, del aislamiento de las personas en su propio mundo, es el trasfondo de las historias que Xabi Mendia escucha. Se vive para lo que no existe sin saber disfrutar de lo que se tiene o como decía el conocedor de caballos, “ya no tengo ganas de hacer lo que me gusta o, aun peor, que cuando lo hago es por razones que nada tienen que ver con lo que me gusta”. (p. 151).