Si este fuera tu último aliento, ¿ cuál o cuáles serían tus últimas palabras? ¿Estarían dirigidas a alguien en especial? ¿Qué asuntos se te quedarían en el tintero? Te quedan tan solo unos minutos, no lo sabes pero lo sospechas de nuevo porque desde la última vez pasaron ya dos o tres, diez o miles de minutos. Dejaste de pensar en esto hará cosa de unos años. Qué flojera perder el tiempo en lo que ya sabes que sucederá inevitablemente: el último suspiro. El doctor te dijo que sólo te quedaban algunos meses y ya han pasado casi veinte años. No es que te hayas cansado de esperar a decir tus últimas palabras, sino que el rollo sigue igual: todo sigue dando vueltas cada vez menos urgente, por eso ya ni pensarlo. Te miras al espejo y la piel se te ha surcado de aquí y de allá existen superficies pegadas a los huesos.
Otros se han marchado ya sin saber cuáles fueron sus últimas palabras, ¿ qué importancia tiene? Imaginaste mal cuando pensabas que algunas frases serían enviadas a ti o te dedicarían tan siquiera un pensamiento, nunca se sabrá. No hubo tiempo, no les dio tiempo para pensar en ti. ¿Y tú, pensarás en alguien en especial? ¿Tus mascotas, tal vez? ¿O de qué irá si ya todo lo tienes solucionado? Últimamente la vida te parece ajena, indiferente, tan lejana, ¿será porque ya no tienes pendientes? ¿Por que vives con lo del día y al día? Pero te reprochas no saber aún cuál será tu última palabra y sigues ensayando tu respiración para tu último aliento.