Recorrer toda tu geografia
resulta de lo más emocionante
sobre todo si lo hago
con el filo de mi aliento.
Así quedaré suspendido
como si un ave se detuviera
lentamente a recorrer los vientos
donde ese delicado aroma
se convierta en una piel cálida
abrazadora y callada
capaz de emular campos de flores.
No importa que me hunda
en la exquisitez de un manantial
ávido de reconocerse
en el fugaz destello
de una erupción guardada por siglos