Por las noches, mientras duermes, se producen extraños fenómenos que serían difíciles de explicar y sentir; es más, en ocasiones, te despiertas sintiendo las sombras, la presencia de alguien a tu lado. No te preocupes, trataré de explicarte qué es lo que pasa.
Resulta, que se nos ha asignado un equipo de monitoreo constante. A los integrantes de ése equipo, muchos les conocen como ángeles, otros creen que son seres del más allá, muchos más les llaman espíritus. Trataré de enfocar mi explicación al fenómeno en sí, en vez de tratar de explicar el origen de esos seres.
Primeramente, se requiere tener un estado de inconsciencia tan profundo como el sueño, donde los niveles del cerebro ya no perciban al exterior. Entonces, es cuando se efectúa el fenómeno del intercambio, donde te abandona el ser que te acompañó ese día. Ese ser , en ocasiones, dura varios días tratando de experimentar situaciones que hacen que te desconozcas a tí mismo. Es como un juego, donde por turnos, se intercambian para dar rienda a sus más alocadas ideas. Se hace tan notorio el cambio, que hasta alguien te comenta el buen o mal humor con el que iniciaste ése día.
Cuando estamos bajo la influencia de un ser destructivo y haces algo en contra de tus principios morales, ése ser es castigado bajo los muros del remordimiento y la conciencia.
Hay personas que son habitadas por seres que tienen diferentes gustos y edades. Los niños, principalmente, son habitados por la legión de los Neogenesistas , que conformen van creciendo, son sustituidos por los Ad continuum, y que se hacen cargo de sus gustos y debilidades.
Habrá ocasiones, ya lo habrás notado, en que amaneces con deseos de amar, pintar un cuadro, hacer algo, lo que sea; otras, ni siquiera te quieres arrimar al día.
Una vez que el cuerpo muere, éstos seres son asignados a otros individuos. Conforme se van requiriendo, los seres se reproducen en el amor.
Tal vez te preguntarás, querido lector : ¿de dónde sacó éste tipo éstas cosas ? Te lo explicaré . Precisamente, quien escribe estas ocurrencias, lo hace dictado por mí. Yo soy uno de esos seres a quién le gusta explicar las cosas. Me da por contarles sobre todo las más difíciles de explicar y creer.
Y justamente, debido a que uno de éstos días, ya no seré yo quien las escriba, tal vez al otro ser que habite el cuerpo que me sirvió de apoyo, o inclusive a seres de otras personas que se atrevan a leer mi historia, las mismas les parecerán desconocidas o pedantes. Es lógico, ¿no crees ?