Ella lo abordó antes que se marchara en el auto. Mañana tendremos visitas, vienen mis primos de Europa y vamos a tener que darle una buena a la casa. Fueron las palabras que le dijo a su marido. Sus primos eran gente importante y bueno, pues tenía que barrer hasta los rosales y trapear el césped, no se diga quitar el polvo de los mosquiteros y planchar su ropa que ya tenía una semana en el planchero. Pero ese día nunca llegó, sus primos se fueron directo a Cd. Juarez a ese asunto de la visita del papa Francisco, algo así como que trabajan en una agencia de noticias. Y desilusionado una que otra vez comentaba en voz baja: !Pasen a lo barrido primos !
Pero afortunadamente con la visita del papa Francisco su casa y hasta la calle lucieron por unos instantes más esplendorosas. Ahora todo ha vuelto a la normalidad.