En aparente calma, esperando los vientos fuertes, la fuerza que provocará cambios de velocidad, donde el arremeter de la sabia naturaleza hará que resulten los planes. En pausa y descanso para reponer energías, rectificar amarres, remendar velas, reparar grietas y aprender de la experiencia. Una nueva travesía en ciernes, una nueva aventura. Aprovisionamiento de recursos y con mas experiencia en el camino recorrido. Jamás rendirse mientras el velero flote y se tenga aliento para sobrevivir. El amanecer promete nuevas esperanzas mientras se quedan atrás los naufragios y tormentas pasadas. Quedan atrás. Todo el enfoque para aprovechar la fuerza de los nuevos vientos. ¿O es que ya llegaste?
No, no he llegado. Mi velero sigue a flote, así que sigo aprovechando las fuerzas de los nuevos vientos, con esperanzas renovadas en cada amanecer…… Excelente tu articulo, me encanto la analogía que usas, nuestro día a día, saludos 🙂
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Excelente ! Los vientos seguirán siendo vientos, la vida seguirá y de cada uno de nosotros depende cómo aprovechemos esas fuerzas. Gracias Gaby, recibe abrazos y bendiciones.
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