Tengo un miedo
de acabar negando el día de la despedida
pero hay terror
de no tocar de nuevo tu rostro en la oscuridad
de mirar el lado vacío de la cama
distancia no
miedo terrible de saber los días vacíos
sin presencias
sin llamadas por teléfono
miedo terrible de llegar por las noches
y encontrar el vacío lleno de polvo
de mirarlo sobre la foto en el librero
con el espacio
de un sofá melancólico
miedo terrible de llorarte en silencio
distancia no
miedo a buscar tu sonrisa en el espejo
y escuchar solo ecos en el pasillo
un adiós es nunca dirás miedo
el espejo todavía refleja el abrazo
que le partió su madre al nuevo día.
Distancia no.
Rhafhaell, Octubre 2014.