En últimas fechas se ha incrementado la importancia del tema de los derechos de los animales. Desafortunadamente para ellos y para nosotros, existen todavía vacíos muy marcados en cuanto a lo que se pudiera llamar los derechos reales de los animales. Me gusta mirar los programas de televisión que tratan sobre documentales de la vida salvaje en nuestro planeta. La vida “salvaje” se da para preservar la misma vida en un ciclo continuo de cadenas alimenticias que existen desde que ellos aparecieron sobre la faz de la tierra. Es natural ver como una jauría de hienas destroza las crías de los ciervos y así cientos de ejemplos.
Sin embargo, la vida realmente salvaje se da con otras especies que conviven con el ser humano donde existe un tipo de violencia malintencionada, muchas veces hasta con sentimiento de odio, donde se produce un sufrimiento a los animales. Las razones para hacer esto son variadas, desde el puro placer de provocar el dolor hasta lograr ganancias económicas por satisfacer necesidades del ser humano como vestido, diversión y alimentación.

Las leyes están amañadas inclinandose muchas veces a favor de unos cuantos empresarios poderosos. Tal es el caso de la industria taurina, que no conforme con lo expuesto, se justifican haciéndo llamar al espectáculo propiedad o identidad cultural.
Cuando se habla sobre los derechos de los animales seguramente muchos estaremos de acuerdo en que ellos deben de tener un trato diferente. La principal obligación de nosotros como seres humanos estriba precisamente en eso, en darles el trato que se merecen. Para esto se debe de tener en cuenta su capacidad de sufrimiento. Ellos sienten dolor, placer, miedo, frustración y soledad. Con base a esto, estamos obligados moralmente a respetar sus derechos.

El tema es de actualidad ya que nuestra sociedad requiere de cambios de paradigmas y prejuicios. Aun cuando todavía tengamos en mente que un perro es un animal de compañía y un cerdo es alimento, por algo se tiene que empezar dando precisamente los derechos y trato que les correspondan de acuerdo a dichos paradigmas. Por supuesto que intervienen aspectos culturales, sociales, políticos, económicos y hasta religiosos.
Las iniciativas de ley que se están dando en nuestro país para preservar dichos derechos, son buen camino, por ejemplo la prohibición de animales en circos donde se expongan a rutinas y condiciones inapropiadas para ellos. Desgraciadamente, dichas iniciativas se utilizan en varias ocasiones con fines partidistas e incompletas, dejando a un lado al tema taurino y las peleas de gallos, por ejemplo.

Un buen comienzo que pudiera cada uno ejercer en lo particular, sería con las mascotas que tenemos en casa. No olvidemos que si los adquirimos debemos de tener el compromiso de darles cuando menos una vida digna respetandos sus derechos y necesidades.

Acciones. ¿Qué puedes hacer por tu mascota?
Definitivamente de acuerdo. La calidad de un pueblo se puede medir en la forma en que tratan a los animales. Ya es hora de cambiar. De adoptar en vez de comprar, de esterilizar siendo un dueño responsable y acabar con la sobrepoblacion callejera. De responsabilizarse tratando al animal de Compañia como lo que es: un amigo.
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