En cierta parte de nuestra vida hemos tenido la primera experiencia de acercarnos a la lectura, sobre todo en los primeros años de escuela. Algunas de las lecturas que me encargaron realmente me aburrieron, tal vez por no saber cómo disfrutarlas. Al paso de los años me he descubierto con casi todas las siguientes excusas y que se siguen utilizando a pesar de lo fácil que es combatirlas.
1.- No tengo dinero.
2.- Me aburre.
3.- No se que leer.
4.- Tengo otras cosas qué hacer.
5.- No tengo tiempo.
6.- ¿Como para qué?
7.- Si ya hicieron una pelicula del libro, prefiero verla.
8.- No me gusta.
9.- Tengo que atender a los niños.
10.- Las publicaciones actuales no sirven.
¿Sabes de alguna otra que se me haya pasado?
Ahí te van éstas, Rafa, que oí siendo niño: “Se te va a secar el cerebro de tanto leer.” “Si sigues leyendo tanto, te vas a quedar ciego.” Abrazote. 😉
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Igual , Ernesto. Que cosas, ¿verdad? Saludos.
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Y que lo digas. Buena semana.
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